Ángel Juárez recibe el «Premio Catalejo 2025»

Se le concede el premio por su incansable labor artística, de investigación, creación y de difusión de la música por todo el mundo, empoderando la cultura musical iberoamericana y congregando profesionales para crear sinergias. Ejemplo vivo de que la música no tiene fronteras, ha creado puentes entre Cuba y Catalunya investigando sobre géneros musicales que tienen orígenes y trayectorias compartidas, como la habanera.

Mare Terra le concedió el reconocimiento por su trayectoria profesional hasta el momento, que lo avala como uno de los referentes en el periodismo de conflictos. Por habernos explicado en primera persona, durante años, guerras y crisis de refugiados, habiendo sufrido detenciones y bombardeos y habiéndose jugado la vida, como reportero, en honor a la verdad y a los derechos humanos.

Se le otorgó el premio por su trayectoria en la conservación y el cuidado de la naturaleza, impulsando la lucha contra el cambio climático y la sostenibilidad en diferentes países; trabajando también por los derechos comunitarios, la igualdad de género y las alianzas entre gobiernos y sociedad civil.

Nadia recibió el premio ser un ejemplo de superación personal y de valentía, por transgredir las leyes de un régimen talibán en que los derechos y las identidades de las mujeres habían sido mutilados. Por compartir su experiencia, y la de sus compatriotas afganas, con una sociedad que necesita saber qué sucede en otras partes del mundo.

Se le concedió el premio por su implicación, desde una edad bien temprana, en la integración del pueblo gitano, tanto a nivel personal como desde el asociacionismo. Y por llevar el arte y el mestizaje cultural  por bandera en numerosos países del mundo, regalando la alegría y el ritmo durante casi 30 años.

Recibieron el premio por la investigación exhaustiva sobre la trama de robos y venta de bebés, que en España se calcula que llegaron a los 300.000 casos, entre los años 1938 hasta 1996. Una investigación exhaustiva, con la que quizás se pueda llegar a hacer justicia, plasmada en el libro No llores que vas a ser feliz (2018), de Neus Roig.

Se les concedió el reconocimiento por su labor durante más de 25 años de conservación del medio ambiente, gestionando más de 8.000 hectáreas de custodia del territorio en espacios protegidos, como reservas de biosfera o parques naturales, en regiones como Extremadura, Castilla y León, Castilla la Mancha y Valencia. Una labor orientada a la sostenibilidad, en todos sus aspectos.

L’ADT recibió el premio por abanderar unos valores que van mucho más allá de los aspectos meramente deportivos. Queremos reconocer el arraigo en el territorio, siendo parte fundamental del sentimiento de pertinencia en los barrios de Ponent de Tarragona, y la voluntad de crear sinergias entre asociaciones para conseguir una realidad más inclusiva.

Recibieron la mención por ser una iniciativa sostenible, a nivel de movilidad y de conservación del ecosistema, que se ha materializado gracias a la voluntad y al trabajo conjunto de los ayuntamientos de las zonas próximas a la Bahía de Santander, así como otras administraciones públicas y entidades civiles. Se reconoce la labor de la Fundación Naturaleza y Hombre, sin la coordinación de la cual el Anillo Verde no sería una realidad.

Se le concedió el premio por su labor de divulgación y concienciación de una alimentación y un consumo más responsable, a través de la Asociación Vida Sana, además de seminarios y encuentros. Por el éxito de BioCultura, una de las ferias de productos ecológicos más importante a nivel internacional (80 ediciones en España y Portugal), que se reinventa año tras año. Por dirigir, también, el Festival Ecológico MamaTerra, dirigido a la infancia.

Se le otorgó el premio por ser el único especialista nacional en técnicas de rastreo de huellas de animales y uno de los grandes expertos de la fauna salvaje del país. También por su lucha desde hace más de diez años contra las mafias de cazadores furtivos en África, formando grupos locales, fomentando la integración de mujeres, para controlar y combatir estas prácticas que, además de empobrecer económicamente la población local, provocan un impacto irreversible en la fauna del continente.

En esta ocasión el Premio Sirusa se concede al municipio de Vila-seca y a su población. El modelo del servicio de recogida de residuos en el municipio de Vila-seca permite alcanzar una de las ratios de eficacia más altas de Catalunya en materia de recogida selectiva, a pesar de la estacionalidad turística. Los elementos básicos de este modelo son el sistema Easy de recogida selectiva, la adaptabilidad a las necesidades dinámicas y por último, pero no menos importante, una fuerte concienciación de la ciudadanía.